Si quieres escribir un cuento, es posible que te hayas hecho estas preguntas alguna vez.
¿Cuántas páginas debe tener un relato?
¿A partir de cuántas páginas podemos decir que es una novela?
Voy a intentar despejar estas dudas, de las más frecuentes en mis consultorías literarias…
Espero que tras leer este post, veas que…
La diferencia entre #relato y #novela no es el número de páginas, sino el tratamiento de su tema.
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Por eso es importante que sepas distinguir qué tratamiento vas a darle a tu historia: cómo vas a encarar el tema principal y a qué nivel de profundidad.
Toma buena nota porque empezamos por donde se empieza todo…
El principio
Y el principio de un cuento, aunque te suene extraño si es la primera vez que vienes por aquí, no empieza a la hora de escribirlo, sino antes.
Puedes afrontar la escritura de dos maneras:
1) Te sientas frente al teclado y cuentas lo primero que se te viene a la imaginación.
No digo que sea una mala forma de escribir, pero es posible que te quedes sin saber qué contar a los pocos párrafos o que el relato acabe siendo algo muy diferente de lo que pretendías.
2) Apuntas tu idea y reflexionas sobre lo que deseas expresar con esta historia. Luego escribes una breve sinopsis y una pequeña biografía del personaje protagonista.
Esto te proporcionará un objetivo y evitará que te desvíes del tema o que los personajes acaben siendo monigotes a merced de tu pluma, en lugar de ponerse al servicio de la historia.
Elijas lo que elijas, necesitas saber que hay…
Dos formas esenciales de tratamiento
al escribir un cuento
Aunque no hay una fórmula mágica que diga cuál es el tratamiento ideal para cada tema, sí necesitas conocer esto para discernir cómo te conviene más tratarlo.
Porque puedes desarrollar tu historia con una
ESTRUCTURA DRAMÁTICA
El tema principal de la historia se muestra mediante los conflictos internos de los personajes.
Lo más importante son sus emociones, pensamientos, sentimientos, anhelos, limitaciones…
Cómo afecta todo esto a sus vidas y a sus relaciones habla del tema que te interesa desarrollar.
Es una estructura más apropiada para novela, puesto que se necesita tiempo y tratamiento en profundidad del tema para comprender a fondo a los personajes y que el lector se involucre con ellos.
De todas formas, si te decides por una estructura dramática para un relato, procura centrarte en un solo aspecto concreto del tema elegido.
Es decir, si quieres hablar sobre el amor no hables del amor universal. Procura hablar del amor romántico, del amor maternal, del amor platónico…
Porque si te complicas mucho la vida, tu relato se convertirá en una novela.
Lo cual está bien, siempre y cuando no sea porque se te ha ido de las manos.
Para desarrollar un relato, tal vez sea más recomendable hacerlo con una
ESTRUCTURA DE MISTERIO
El tema principal de la narración gira en torno a una o varias preguntas que necesitan resolverse.
Por ejemplo “quién ha hecho esto” es una pregunta típica de las novelas policíacas.
“Qué pasará cuando esto se sepa” podría ser el tema de una comedia.
Por lo general, se juega con datos que el lector desconoce y se van revelando a medida que el relato avanza.
Una recomendación es que no te disperses demasiado:
Escribir un relato pide concreción, brevedad: no desarrolles más de un tema, pero trátalo con intensidad.
Elige situaciones muy representativas y busca simbolismos, metáforas y comparaciones con un altísimo nivel de coherencia interna entre forma y contenido.
Es por esto que las estructuras de misterio son recomendables en un relato: buscar la respuesta a una pregunta permite ir al grano.
En cambio, una novela pide ahondar en las situaciones, buscar las raíces profundas de un tema y reforzarlo con historias secundarias que ayuden a comprenderlo a fondo.
Es en la novela cuando se pueden incorporar matices, volver al pasado para comprender mejor a los personajes y buscar la implicación emocional del lector con ellos y sus circunstancias.
Entonces…
¿Cuántas páginas necesita tener un relato? ¿A partir de cuántas ya se considera novela?
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No hay una respuesta concreta, pero sí sencilla:
La diferencia entre relato y novela no está en el número de páginas, sino en la profundidad con que se trata un tema
¿Ya te lo había dicho? 😉
Difícilmente podrás escribir una novela de veinticinco páginas… aunque no hay nada imposible.
Y perfectamente puedes escribir un relato de ciento veinte páginas… pero le sobrarán cien.
Créeme ¡he leído cuentos con más de trescientas!
Esta tabla orientativa puede ayudarte con el número de páginas a la hora de escribir un cuento:
Aclaración: para una referencia, se entiende por página—más o menos— un texto que ocupa entre 1.800-2.200 caracteres —con espacios—, letra en tamaño 12 e interlineado sencillo y a doble espacio.
Depende de la extensión de los párrafos, si la página contiene diálogos, etc.
¿Cómo escribir un relato?
Si escribes tu sinopsis, fichas de personajes y haces una escaleta paso a paso de lo que sucede en tu relato, ya tienes mucho ganado.
Ahora ten en cuenta que necesitas dosificar la información de manera que el lector se sienta interesado en saber más a cada paso y no abandone la lectura a las primeras de cambio.
En este video te muestro el uso de las unidades narrativas básicas para conseguirlo y también marcar el ritmo, el tono y el equilibrio:
El eje narrativo
Es la sucesión lógica de acontecimientos que configuran una historia.
Imagínalo como una sólida cadena que necesita la cohesión de todos sus eslabones.
Cualquier aspecto de esta cadena principal de acción que sea alterado, modificará el relato y este ya no será el mismo.
Por ejemplo: si Caperucita Roja, en lugar de ir por el atajo del bosque, hubiera ido a casa de su abuela por el camino principal… ¡nunca se hubiera encontrado con el Lobo Feroz!
Entonces ya no sería el mismo cuento.
Pero siempre que vaya por el atajo y se encuentre al lobo, otros elementos secundarios pueden variar… ¡incluso podríamos hablar de Caperucita Verde!
Identifica en tu historia lo que pertenece al eje narrativo y lo que es circunstancial, para no liarte con aspectos QUE NO VIENEN AL CUENTO
¿Ves el origen de esta expresión? 😉
Una vez tengas claro lo esencial y lo complementario, conoce estos
Elementos que todo eje narrativo necesita contener
Esto te resultará indispensable para contar grandes historias que secuestren la atención del lector de principio a fin.
#1 PERSONAJES REDONDOS
No son personajes con sobrepeso, sino personajes que evolucionan en el transcurso de tu relato.
Casi toda acción que realizamos en la vida nos proporciona una experiencia, un aprendizaje.
Procura que tus personajes vivan experiencias que supongan cambios profundos en sus vidas.
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Por supuesto, también puedes introducir personajes planos, incapaces de evolucionar o de integrar en sus vidas lo que aprenden.
Estos cambios —o la incapacidad de cambiar— estarán ligados al tema central de tu historia… así que no importa tanto si son positivos o negativos, solo que reflejen aquello que deseas expresar.
#2 CONFLICTO PRINCIPAL
Un conflicto es todo aquel acontecimiento o fuerza que pone del revés la vida de los personajes y les proporciona nuevos objetivos vitales.
La potencia del conflicto central de una historia, muchas veces determina la potencia de la historia misma
No es lo mismo querer salir con un chico, que recuperar el amor de un chico seducido por una mujer despampanante y malvada.
El conflicto inicial, conocido como detonante, no tiene por qué ser el conflicto principal de tu relato.
Para escribir un cuento te recomiendo tener un conflicto único… evitarás dispersar la atención.
#3 RESORTES DRAMÁTICOS
Es todo aquello que ayuda a crear situaciones dramáticas que al mismo tiempo provocan la implicación emocional del lector con los personajes y los hechos que se cuentan.
¿Te has fijado alguna vez la cantidad de huérfanos que pueblan las historias?
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Un personaje criado sin padres provoca automáticamente el sentido de la compasión, creando una empatía del lector hacia el personaje al instante.
Como ejemplo, estos serían resortes dramáticos clásicos:
- Cambio de fortuna: de inocente a culpable, de rico a pobre, quedarse huérfano…
- Reconocimiento: reconocer a un personaje por una marca o cicatriz tras muchos años…
- Equivocación y malentendido: confusiones de identidad, comportamientos equívocos…
- Deudas: de dinero, de sangre, de favores que exigen ser devueltos…
- Lucha de clases: diferencia de condición social o estatus económico entre amantes…
- Elementos externos: condiciones de vida precarias —hambre, frío, sometimiento, maltrato…
#4 SALTO CUALITATIVO
Se introduce de forma inesperada un elemento que transforma por completo la historia y sorprende al lector.
Por ejemplo: en mitad de una historia aparece un personaje que posee un libro, en el cual todo lo escrito se hace realidad palabra por palabra.
El lector no podrá dejar de leer hasta que quede resuelto este misterio, que ha causado un cambio de rumbo radical.
En un relato, este salto cualitativo puede ser el clásico final inesperado de los cuentos de misterio o terror.
#5 CLÍMAX
En toda historia que se precie hay un momento álgido de tensión.
Es cuando el lector se muerde las uñas preguntándose cómo demonios saldrá el personaje principal de esa situación.
El clímax suele ser la prueba final cara a cara con aquello que uno más teme.
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Su característica más importante es que define cómo será el final del relato.
Tanto si se resuelve de manera favorable como desfavorable, la resolución del clímax conduce a un
#6 FINAL REDONDO
En el final no tiene por qué resolverse el conflicto, ni siquiera tiene que darse todas las respuestas a todas las preguntas abiertas.
Es más, incluso el final puede plantear nuevas preguntas, cuyas respuestas el lector se cuestionará.
Un final redondo es aquel más coherente con la historia que se cuenta y el que mejor ayuda a que se comprenda y asimile la intención del autor.
Los finales pueden ser…
Abiertos:
Cuando el lector puede interpretar por su cuenta el significado de lo que ha leído, que puede tener diferentes interpretaciones.
A veces, la historia puede continuar más allá del punto final.
Este tipo de finales son más típicos en la tradición europea y oriental.
Cerrados:
Cuando la conclusión es inequívoca y no admite interpretaciones. El autor deja muy clara su postura respecto al tema principal.
Es el típico final de las películas made in Hollywood.
Una advertencia: no confundas un final abierto con un final incompleto…
Puedes dejar preguntas sin responder, como ya has visto.
Antes de terminar, plantea de nuevo esas preguntas para que el lector no las interprete como errores de cierre.
Pero dejar cabos sueltos por error es algo que no te puedes permitir.
Por tanto, asegúrate de que todo está atado antes de dar tu relato por acabado.
Recursos y herramientas para escribir un cuento
Escribir requiere constancia y concentración: es necesario estar escribiendo al menos diez minutos seguidos para calentar, antes de que el texto fluya.
Como te distraiga una ventana emergente de Skype o “entres un momento a Facebook para ver una cosa“, adiós al cuento.
Una utilidad muy práctica que utilizo para escribir sin distracciones es Dark Room (PC) y para Mac: WriteRoom
Te recomiendo también apagar o silenciar tu teléfono y buscar momentos de tranquilidad: pide a tu familia que respete ese espacio privado.
En este mismo blog encontrarás información práctica de valor para escribir un cuento:
Creación de personajes inolvidables
Técnica Narrativa
Trucos de Escritores
Aunque mi recomendación particular es que aprendas todo lo posible sobre narrativa.
Un escritor nunca termina de aprender y aplicar nuevos conocimientos a su caja de herramientas.
Si este artículo te ha parecido de utilidad, imagina todo lo que puedes aprender en un curso que dura más de dos horas, con plantillas paso a paso y dos eBooks exclusivos que no puedes encontrar en otra parte.
Lo que has leído en este post es una simple muestra de lo que verás en el curso.
Puedes ver aquí la información completa:
Quiero Escribir: Cajas de Herramientas para Escritores del Siglo XXI
Empieza cuando quieras y síguelo a tu ritmo, desde la comodidad de casa.
Tras este curso podrás escribir un cuento —o incluso desarrollarlo más allá y atreverte con la novela corta—, porque contiene todo lo que necesitas saber para contar historias que atrapen a tus lectores de principio a fin.
Espero que te resulte de mucha utilidad ¡y que te motive a escribir!
¡Nos vemos en el curso!