Hace unos días publiqué un comparativo de la economía española con la economía alemana en los últimos 20 años. Pudimos ver que los alemanes en la segunda década de este siglo eran capaces de crecer un 30 % en su PIB, mientras España se cortocircuitaba y solo crecía un 4,6 %.
Hoy vamos a someter a Francia a un análisis parecido, incluyendo en la ecuación el PIB per cápita, a solicitud de mi amigo Álvaro Climent. Al añadir esta variable comprobaremos que salen cosas muy interesantes.
Así que, sin más tardanza, empecemos con las comparativas con nuestro país vecino. Antes debemos añadir que la población francesa es de 67,4 millones de habitantes (+42 %) y tiene una extensión de 675.417 kilómetros cuadrados (+33.5 %).
Simplemente con una visión del gráfico podemos observar que hasta 2008 el crecimiento de las dos economías va completamente paralelo, incluso con una pendiente mayor la economía española. En 2009, las dos economías decrecen. Francia lo hace un 2,8 % y España un 3,6 %, pero a partir de ahí la economía francesa vuelve a coger una senda de crecimiento hasta el 2020. Mientras tanto, España, empieza a dar tropiezo tras tropiezo: en 2010 y 2011 crece entre los dos años 0,4 % y decrece en 2012 y en 2013.
El año 2020, que es dramático para todo el mundo, con las nefastas decisiones tomadas por el Gobierno español, desde el confinamiento hasta la falta de medidas para reactivar la economía, hace que España tenga la mayor caída de Europa, de la OCDE y reduzca el PIB en 10,8 %. Mientras, Francia lo hace en un 5,5 %. En 2021 Francia crece un 7,8 % y España lo hace un 7 %, con la diferencia que para Francia es el PIB más alto de su historia y España se ha quedado a 40.000 millones del PIB de 2019.
Hay que tener en cuenta que estos datos de 2020 y 2021 son a precios de mercado, y que España ha terminado con una inflación del 6,5 %. En cambio, Francia lo ha hecho con una inflación del 2,75 %.
Otra forma de verlo es la siguiente:
En el año 2000, la economía francesa era un 128 % superior a la economía española. En esta década, Francia crece un 34,9 %, mientras que España lo hace en un 65,6 %. Eso permite que la economía española se haya acercado a la francesa y que esta solo sea un 86 % superior.
Pero al comparar la segunda década del siglo XXI, vemos de nuevo el importante problema que tiene España para afrontar las crisis.
Así vemos que Francia es capaz de crecer un 15,4 % en esta década, menos que en la primera década del siglo. Por lo tanto, aunque afronta mejor las crisis que la economía española, lo hace peor que la economía alemana. Mientras, la economía española solo es capaz de hacerlo en un 4,6 %, agrandándose de nuevo las distancias y volviendo Francia a tener un PIB el doble que el español.
A continuación, vamos a realizar el mismo análisis, pero como parámetros utilizaremos la renta per cápita de los dos países y su evolución.
Revisando el gráfico, ya podemos observar que la diferencia entre las series es mucho menor, y que las rectas están más cercanas. Como era lógico pensar, el PIB per cápita sufre los mismos cambios de tendencia que lo hace el PIB del país. Por eso se hace necesario comparar los resultados en valor absoluto para ver qué cambios se producen en la realidad.
Así que no me queda otro remedio que darle la razón a don Álvaro Climent por su idea. Mientras que el PIB francés en el año 2000 era 2,3 veces superior al español, el PIB per cápita solo es un 52 %, y mientras el PIB crece un 35 %, el per cápita crece un 26,4 %. Al crecer el español un 44 %, los franceses «solo» son más ricos que los españoles en un 33 % en 2010.
Evidentemente, la situación empeora en la segunda década, porque Francia consigue crecer casi un 11 % en su riqueza individual mientras que la riqueza de los españoles solo crece un 2,8 % en esta década. Los franceses vuelven a ser más ricos que los españoles: la diferencia ya es de 10.000 euros al año.
Habrá que seguir buscando, lupa en mano, entre los grandes países de Europa para ver si hay alguno que nos permita salir del sonrojo de nuestra gran década perdida por culpa de nuestros gestores. Hemos tirado por la borda 10 años y, lo peor no es eso: es que llevamos el segundo año de la tercera década que, según nuestro presidente, la culpa la va a tener Putin de la bofetada que vamos a darnos, pero la realidad es que vamos camino de perder otra década.
Los problemas actuales que tiene el Gobierno de Sánchez no tienen nada que ver con los problemas que tiene el gobierno de Macron. Los franceses tienen más de 100 centrales nucleares, son autosuficientes en la producción de energía eléctrica, pero no siendo bastante para ellos, van a montar otras 100 mini-centrales nucleares que les permitirán ser los mejores en Europa en energía «verde nuclear». Mientras tanto, nosotros seguimos con las solares y las eólicas.
Escribía la semana pasada que Sánchez está noqueado por las circunstancias, por sus socios de Gobierno, que le tensan permanentemente la cuerda, por sus socios de legislatura que cada día le exigen más, por un gasto público que no puede sostenerse y que sigue incrementándose y que, además, tenemos unas finanzas cada día más débiles. Con un clima de tremenda desazón en las familias, que ven cómo les sube el recibo de la luz, cómo llenar el depósito de la gasolina se hace cada día más difícil o cómo hacer la compra se ha vuelto insoportable para los salarios más bajos y cada vez hay menos alimentos frescos en los lineales de los supermercados. La huelga de transporte se va a prolongar. Pueden añadirse nuevos huelguistas de más sectores y las declaraciones de los ministros van a seguir incendiando las calles.
Así que las expectativas de crecimiento y de acercarnos a Francia, no solo han desaparecido. Todo parece indicar que, cuando hagamos un próximo análisis, Francia será más grande y rica, y que como no veo que vayamos a hacer nada, España será más pequeña y sin lugar a dudas, más pobre en comparación con los franceses y con los alemanes.
