¿Quién es el autor de la canción adagio? - (2023)

Adagio albinoni

Seguramente es sorprendente porque, al fin y al cabo, el famoso Adagio en sol menor no sólo es una de las piezas más conocidas de la música clásica, sino también una de las más populares entre los melómanos, con un nombre de título y autor estrechamente vinculados: “Adagio de Albinoni”. Resulta irónico, por tanto, que en realidad la obra no sea de ese compositor barroco, sino de un biógrafo suyo que vivió dos siglos después, el musicólogo Remo Giazotto, que la presentó en 1945.

Tomaso Albinoni nació en Venecia en 1675, hijo de un rico comerciante cuya holgada posición le permitió dar a su hijo una buena formación musical, que compatibilizó con el negocio familiar del papel con sus hermanos. Así, consumado violinista y buen cantante con recursos, Tomaso rechazó la idea de trabajar como músico de la corte para convertirse en un artista diletante más o menos independiente, lo que le dio cierta autonomía (de hecho, hasta 1711 añadió a su nombre el apodo de dilettante veneto, o aficionado veneciano). Sin embargo, nadie podía ganarse la vida sin un mecenas y lo encontró en Pietro Ottoboni, un cardenal sobrino nieto del papa Alejandro VIII que era un gran amante del arte y tenía bajo su protección a pintores, escultores, poetas…

Adagio musikstück

Mi pasión por la extraordinaria elegía de Barber abarca algo más que la propia pieza. Me fascina su tensión emocional, su utilidad para nuestra cultura, su efecto en mi familia y en mí, y su evolución a través de nuestros cambiantes medios de comunicación. Y esta pasión tiene sus raíces en el hombre Barber, un músico escasamente dotado, cuya juventud vibró con el ardor musical y cuya edad se oscureció con la depresión alcohólica. Su carácter me resulta tan intrigante como sus composiciones. ¿Cómo pudo Barber, a la tierna edad de veintiséis años, escribir semejante obra? ¿Es posible que su juventud explique su genio? ¿Su genio explica su juventud? Parece demasiado fácil decir que el niño es el padre del hombre cuando vemos cuánta música madura escribió el hombre a los veinte años. Y, sin embargo, alguna emoción oscura arraigada en su núcleo configuró la infancia y la adolescencia de Barber -instalada en él desde su nacimiento y que emerge a medida que crece-, lo que podría explicar que compusiera una pieza de tan inmenso dolor tan temprano en su vida.

La pasión de Sam por la composición y la interpretación era tan intensa -era organista de iglesia a los doce años- que sus tíos intercedieron: el chico necesitaba una instrucción de mayor nivel, cuanto antes mejor. A los catorce años, fue el segundo estudiante que se matriculó en el Instituto de Música Curtis de Filadelfia. Todos los viernes por la mañana, tomaba el tren desde West Chester para estudiar composición, voz, piano y dirección. Por las tardes, escuchaba a la Orquesta de Filadelfia bajo la dirección del gran Leopold Stokowski. Una foto de Barber y Sidney Homer cuando Barber tenía catorce años capta a la pareja: Homer es un caballero delgado y elegante de estilo victoriano. Sostiene el brazo de Barber, cuya mano parece acalambrada por el agarre. La pose sugiere que el chico-maravilla necesita el freno de un tío. Pero, afortunadamente, Barber recibió el estímulo de Homer por sus principios. Un ejemplo proviene de una carta que Homer escribió a Barber en 1926: “Hace falta valor para adentrarse en un arte que te muestra tal y como eres, y sin duda muchas almas maravillosas se han encogido ante la prueba y se han negado a poner sus verdaderas emociones en el arte para que los demás las conozcan”. Esto, así como otros cientos de cartas que Homer escribió a su sobrino, revela que vislumbró el conflicto más íntimo de Barber; siempre alabó a Barber por reconciliarlo con su arte.

Cuándo se compuso el adagio en sol menor

No estoy seguro al 100%, pero creo que la primera vez que escuché el Adagio en sol menor de Albinoni fue a finales de los años 70 o principios de los 80, cuando era un niño que veía anuncios de televisión. Por aquel entonces era especialmente popular utilizar la música clásica como telón de fondo de los anuncios de televisión, al menos aquí en Austria.

Aclamado como un dios de la guitarra y condenado como un triturador ególatra y repetitivo, el virtuoso sueco de la guitarra es una figura controvertida. En su “Icarus Dream Suite Op. 4” experimenté un flashback al volver a escuchar la querida melodía de los anuncios de televisión. (1:05 minutos en el videoclip)

El Adagio en sol menor para violín, cuerdas y órgano continuo, es una composición neobarroca atribuida popularmente al maestro veneciano del siglo XVIII Tomaso Albinoni, pero compuesta por el musicólogo del siglo XX y biógrafo de Albinoni Remo Giazotto y basada en el supuesto descubrimiento de un fragmento manuscrito de Albinoni.Fuente: Wikipedia

La atribución a Albinoni se basa en el supuesto descubrimiento por parte de Giazotto de un pequeño fragmento manuscrito (que consiste en unos pocos compases iniciales de la línea melódica y la parte del bajo continuo) de un segundo movimiento lento de una sonata en trío de Albinoni que, por lo demás, se desconoce. Según Giazotto, obtuvo el documento poco después del final de la Segunda Guerra Mundial en la Biblioteca Estatal de Sajonia en Dresde, que -aunque sus edificios fueron destruidos en los bombardeos de febrero y marzo de 1945 por las fuerzas aéreas británicas y estadounidenses- había evacuado y conservado la mayor parte de su colección.Fuente: Wikipedia

Película Adagio en sol menor

El nuevo libro de Thomas Larson “The Saddest Music Ever Written” (La música más triste jamás escrita) examina con minucioso detalle la inspiración del elocuentemente lúgubre “Adagio para cuerdas” de Samuel Barber. Larson hablará de su libro el viernes en la librería Elliott Bay Book Co. de Seattle.

Este nuevo libro sobre el famoso y elocuentemente lúgubre “Adagio para cuerdas” de Samuel Barber tiene 262 páginas. Alrededor de una cuarta parte de esas páginas son eminentemente dignas de la cuidadosa atención de los melómanos. En esas páginas, el autor Thomas Larson indaga en el desarrollo temprano del compositor, que tenía 26 años cuando compuso el Adagio, y analiza el profundo impacto que ha tenido esta pieza musical tan tensa y punzante en el mundo desde que Barber la escribió en 1936.

Nos enteramos de que el Adagio fue escrito como segundo movimiento de un cuarteto de cuerda, y de que Barber supo enseguida que había hecho algo especial: “Acabo de terminar el movimiento lento de mi cuarteto de cuerda; es una maravilla”, escribió. Barber no tardó en orquestar el Adagio para una orquesta de cuerda más grande, la forma en la que la música se escucha más a menudo hoy en día, y más tarde creó un ajuste del Adagio para un coro a cappella con el texto latino “Agnus dei” (“Cordero de Dios”).