CÓMO LLEVAR EL DINERO EN UN VIAJE LARGO - Acróbata del Camino (2024)

Si ahorrar el dinero para viajar suele ser el primer desafío para cumplir nuestro sueño, aprender cómo llevar el dinero en un viaje largo es el arte complementario. ¿Llevo todo lo que tengo encima o deposito en una cuenta y voy sacando con una tarjeta? ¿Conviene llevar dólares, pesos o euros? ¿Cómo hago para ir cambiando plata y no perder en el cambio? Para responder estas preguntas que recibo con muchísima frecuencia he escrito este post.

Además, quiero ahondar en el tema de la seguridad y en algunos trucos a tener en cuenta para disminuir las comisiones al extraer de cajeros en el extranjero. Algunas explicaciones parecerán innecesarias, pero si están allí es porque hay gente que lo pregunta.

Por eso, en este post, he optado por no dar nada por sentado, para ayudar sobre todo a quienes viajan por primera vez. Son muchos temas, ¡vamos de a uno!

También te recomiendo leer, sobre el tema viajes y dinero, estas 20 ideas probadas para generar dinero viajando.

¿Llevar efectivo o tarjeta de débito?

Llevar todo el dinero en efectivo con nosotros es una pésima idea. Han llegado a mí historias de todo tipo sobre viajes truncados por robos, gente que tuvo que volverse al perder sus ahorros de mil formas, todo por no haber pensado una estrategia para llevar el dinero en un viaje.

Porque eso es lo que debemos hacer: diseñar una estrategia que se amolde a nuestro caso, que en muchos casos dependerá de factores como: disponibilidad o no de cuenta bancaria, moneda y situación económica de nuestro país de origen y modo en el que generamos nuestro ingreso (no es lo mismo que seamos nómadas digitales y nos paguen a una cuenta bancaria o que vendamos artesanías y obtengamos nuestro dinero en mano).

La receta base, más allá de casos particulares, consiste en depositar nuestros ahorros en una caja de ahorro asociada a una tarjeta de débito, lo que nos permite poder extraer el dinero desde cajeros automático en casi cualquier país, a medida lo vayamos necesitando. Así, nuestros recursos se vuelven intangibles, y por ende están más seguros, pero a la vez permanecen accesibles. Es verdad que también podés perder la tarjeta, pero digamos que en líneas generales estás más protegido.

Cuando sacás plata en otro país, el cajero entrega el dinero en la moneda local, lo que te ahorra el trámite de tener que buscar una casa de cambio. Esto, sin embargo, no sucede por arte de magia y menos gratuitamente. Debajo, veremos los cargos asociados a estas operaciones.

A esto se le suma una pequeña reserva de efectivo para emergencias, cosa que veremos e detalle al final del post, incluyendo ideas sobre cómo llevarlo de forma segura.

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Extracción desde cajeros en el exterior

Usar una tarjeta de débito es la forma más segura y conveniente para llevar el dinero en un viaje largo, pero hay que tener en cuenta las comisiones y los tipos de cambio, y otros factores. El cajero del que vayas a extraer debe tener el logo de la red a la que pertenece tu banco (sea Cirrus, Maestro o VisaPlus). Puede ser que en algunos países poco integrados a la economía global falten cajeros de algunas de estas redes, pero en el 90% de los casos, podrás operar en cualquier cajero.

Comisiones de los bancos argentinos

Lo primero que debemos saber es que hay comisiones por extracción, que pueden ser cobradas por nuestro banco y/o por el banco al que pertenece el cajero. Hay bancos que no cobran nada a sus clientes por extraer desde el extranjero, pero la mayoría aplica una comisión que ronda los 3 a 5 dólares.

Hay que tomarlo como un gasto de aseguración de nuestro dinero. Mejor perder 5 cada 100 dólares que viajar con 4000 USD y perderlo todo el día que te olvidaste la mochila chica dentro del asiento del taxi.

Pero ¿cuánto te cobra tu banco por sacar dinero de un cajero en el exterior? Esa es la primera pregunta que deberías hacer, como viajero, antes de abrir cualquier cuenta bancaria.

¿Deposito pesos o dólares?

Si sos argentino sabrás que no es una buena idea depositar todos tus ahorros en pesos en una cuenta e irte de viaje un año. Es posible que esos ahorros pierdan un 50% de su valor gracias a la devaluación constante del peso frente al dólar.

Te recomiendo abrir una cuenta bimonetaria (hay bancos como el Santander que dan esta opción) y depositar todo en dólares. Luego, a medida vas necesitando, podés vender esos dólares desde el Homebanking con un click.

Eso se te acredita en tu saldo en pesos. Y es de este nuevo saldo que vas retirando desde los cajeros, desde ya convertido en moneda local.

Bancos europeos que no cobran comisión

Aunque existe una variedad de bancos que ofrecen retirar dinero en el extranjero sin comisión, el truco es que aplican tasas de cambio usureras.

El último verano hice base en Europa, me puse a buscar opciones más transparentes y descubrí al N26. Lo uso ya hace siete años y se ha vuelto mi tarjeta favorita para pagar en el extranjero. ¿Qué ventajas tiene?

• No tiene cuota de mantenimiento mensual, (suponiendo que hagas al menos 3 extracciones/operaciones por més, y sino es de sólamente 2,90 euros) y cobra sólo el 1,7% del monto a extraer.
• Al pagar en monedas diferentes al euro aplica tasas de cambio más que aceptables, muy similares a las de Google. Después de haber usado el Sabadell en España, que cada vez que pagaba algo por débito me agregaba una «Comisión por divisa no euro», ¡esto es el paraíso!
• Podés sacar tu cuenta en 8 minutos desde tu celular sin pisar nunca el banco, (yo lo hice desde un bar en Hamburgo) y realizás todas las operaciones desde una App.
• Es el banco más minimalista que vi en mi vida, y la interfaz de usuario es muy amigable. Si algien te hace una transferencia ves el nombre completo de la persona y no un código interno ininteligible.
• La App tiene un buscador de cajeros que te señala los más próximos, con sus horarios y a qué banco pertenecen. Muy útil cuando estás viajando.
• TRUCO: La entidad tiene sede en Alemania pero funciona para ciudadanos y residentes de toda Europa. Si sos argentino con pasaporte europeo también podés abrirla. Poné una dirección europea correspondiente al país de tu pasaporte, que sea la casa de algún amigo donde puedas luego recibir la tarjeta. Te recomiendo abrirla estando en Europa para que no detecten tu IP (yo abrí la mía desde Hamburgo). Si la vas a abrir desde Latinoamérica, usá un VPN. 🙂
• Podés abrir tu cuenta cliqueando en el banner debajo.

Acá te dejo más información sobre las mejores tarjetas para extraer dinero sin comisión

Bancos en Nueva Zelanda

Muchos argentinos que se van a Nueva Zelanda con la Working Holiday Visa, abren una cuenta en ese país que luego usan para viajar por el Sudeste Asiático. Si es tu caso, te recomiendo este artículo de un blogger kiwi, donde explica qué bancos neozelandeses te ofrecen las mejores condiciones.

Comisiones del banco local

Al margen de que tu banco te cobre o no, el banco local generalmente aplica cargos. En este caso, legalmente, debería avisarte en pantalla antes de que confirmes la operación. Para evitar estos cargos en destino, es importante saber de antemano cuales son los bancos de ese país que no cobran comisión. Generalmente, se trata de los bancos centrales de cada país, pero cada caso es distinto. A modo de orientación, estos son los bancos que no cobran comisión en Sudamérica.

Uruguay: Banco de la República.

Brasil: ningún banco cobra comisión.

Bolivia: El BNB (Banco Nacional de Bolivia) y el Banco Mercantil de Santa Cruz (información del 2015, se agradecen actualizaciones de la situación!)

Chile: el Scotia Bank.

Perú: BCP y Scotia Bank

Ecuador: usé hace dos meses el Banco de Pichincha y no me cobró ninguna comisión.

Colombia: Colpatria y Bancolombia. Las más usureras son las del Citibank.

Tipo de cambio

Además de estas comisiones, también perderemos un pequeño margen por la operación de cambio de divisas que va implícita en toda extracción, salvo que la divisa de nuestra cuenta y la del país de viaje coincidan. El tipo de cambio que se aplica no es el de la calle, ni el de Google, ni el que aparece en las pizarras de las casas de cambio, sino uno unilateralmente tomado por la red interbancaria que estés utilizando (Visa, Maestro, etc), que suele ser menor al que corresponde y que, aún peor, no puede ser consultado previamente.

Poco se puede hacer para evitar esto, por ejemplo: extraer de una cuenta que esté en la misma moneda que el país donde estás. Supongamos que tenés una cuenta en dólares porque sos freelance y tenés clientes de otros países que te pagan laburos ahí, te conviene usarla no sólo en Estados Unidos, sino en otros países que utilizan esa moneda, como Ecuador, Panamá, El Salvador u otros más exóticos como Micronesia.

Lo mismo, una tarjeta europea te convendrá en los países de la zona euro pero además en otros que no son parte de la UE pero utilizan esa divisa como moneda oficial (Kosovo, Montenegro, y un sin fin de islas del Caribe y otras de Africa como Mayotte y Reunión). Una manera de minimizar esto es sacar la tarjeta N26, que utiliza tipos de cambio oficiales donde sólo pierdes céntimos.

Por regla, cuantos más cambios de moneda más perdés. Supongamos que estás en España y viste un vuelo barato a Marruecos. Estás viajando con tu tarjeta de débito argentina. Lo lógico sería sacar plata de un cajero al llegar a Marruecos y nunca extraer euros en España para llevarlos a Marruecos y cambiarlos por dírhams al llegar, porque ahí tendrías dos cargos por cambio de divisa: Peso Argentino -> Euro (aplicado por el cajero) y Euro -> Dirhams (aplicado en la casa de cambio).

Puede parecer obvio, pero a mí me hubiera gustado saberlo en mi primer viaje a Europa en el 2001. El euro era aún una hipótesis y yo desembarqué en Madrid con dólares. Mi pésimo plan maestro fue cambiarlos, pero no sólo a pesetas, sino a las monedas de los tres países siguientes, francos para Francia, francos belgas para Bélgica y florines holandeses. Así, perdí doblemente comisión, además de cargar con un bulto de billetes multicolores. Desde ya, tendría que haber ido cambiando país a país.

¿Cuánto conviene sacar?

Como los cargos que cobran los cajeros en el exterior (si aplican) son por extracción, te conviene sacar de una sola vez un monto razonable, no menor a 100/150 USD pero tampoco mayor a 300 USD. De esta manera optimizás gastos y comisiones, pero tampoco te arriesgás a tener demasiado efectivo en caso de robo. Esto dependerá mucho de tu presupuesto, pero también del país en el que estés. Por ejemplo, en países europeos donde la economía está altamente bancarizada, es posible pagar con débito casi todo (incluso un billete de Metro). Un consejo extra: pedí siempre el comprobante impreso. Me ha servido para reclamar cuando el cajero no me dio el dinero que sí me debitó de la cuenta.

¿Conviene sacar del cajero o pagar con débito en el exterior?

La regla es que cuantas más compras puedas pagar con débito más te dura el efectivo que sacaste del cajero y menos perdés en comisiones. Hace poco viajé a las Islas Feroe con un colega blogger que tenía cuenta en el mismo banco que yo, y pudimos realizar un experimento. Yo pagué solamente con débito, mientras que él extrajo coronas danesas del cajero.

Sumando la comisión del banco y la del cajero local, el dinero le rindió a razón de 1€=7,25 DKK, y a mí 1€=7,40 DKK. La diferencia es pequeña, pero en un viaje largo, suma. En el recorte de abajo se ve como mi banco te marca la comisión por cada compra en otra moneda. Para evitar esas comisiones es que me pasé del Sabadell al N26.

Límite diario de extracción

Es importante conocer el límite diario de extracción del país en el que viajaremos, sobre todo si planeamos tener gastos grandes en efectivo, como pagar una excursión (aunque normalmente una excursión cara será vendida por una agencia que aceptara pagos con débito). Además, es bueno saberlo por si tenés mala suerte… En casos aislados algunos viajeros han sido obligados por criminales a punta de arma a sacar “todo” el dinero del cajero, pero normalmente, el límite diario de extracción pone fin al asunto. Este límite puede variar de banco en banco.

[mks_pullquote align=»left» width=»300″ size=»14″ bg_color=»#f6a900″ txt_color=»#ffffff»]Es muy importante saber si en tu itinerario hay países donde debido a embargos y bloqueos internacionales no sea posible extraer dinero de los cajeros automáticos (o sea posible pero a un cambio oficial desfavorable). Eso me sucedió ya en cuatro países: Irán, Sudán, Somalilandia y Venezuela. En ambos casos fue un trastorno, ya que tuve que calcular cuánto dinero necesitaría y sacarlo todo en el país anterior en dólares, para luego ir cambiándolo a moneda local de esos países. Y tenía que ser exacto, ya que el sobrante no se podía volver a cambiar a dólares.[/mks_pullquote]

Efectivo de emergencia

Como dijimos, siempre es bueno llevar algo de dinero en efectivo además de nuestra tarjeta de débito. No demasiado, con un par de cientos de dólares es suficiente, aunque el criterio es persona. Quizás te estés preguntando si te conviene llevar dólares, pesos, euros o qué moneda. Eso dependerá del destino de tu viaje. Si vas a viajar por Latinoamérica sin dudas el dólar (USD) es la moneda a llevar. Los pesos argentinos sólo servirán en países limítrofes, pero a tasas desfavorables. Los euros obviamente son la moneda a llevar a Europa, pero no a otros continentes, donde generalmente el billete verde tiene mejor cambio.

¿Dónde llevar el dinero?

Esta es la parte más divertida del asunto, porque cada viajero tiene su fórmula mágica. En estos años de viaje he visto toda clase de injertos, y presenciado absorto cómo fajos de billetes afloraban como mariposas de un par de medias sucias de viajeros con los que compartía hostel, y cosas así.

En mi caso, empecé utilizando un portavalores(money belts en inglés) que llevaba religiosamente al frente bajo la panza y debajo del pantalón. Hasta que empezó a darme mucha pereza ponérmelo todos los días y comencé a meterlo en el bolsillo interno de la mochila chica, esa de la que nunca me despego.

Ahí mismo llevo el pasaporte, el certificado de vacunación internacional y las pastillas de chiquitolina para cuando por mi metro noventa y pico no entro en los medios de transporte locales. (¿?)

En todos los años que llevo viajando nunca me asaltaron a punta de pistola, a pesar de haber recorrido países donde las armas circulan ampliamente (Afganistán, Pakistán, Irak, Venezuela, media África). Tampoco me han intentado arrebatar la mochila (salvo, curiosamente, una vez en la puerta de mi casa en Argentina, pero cayó en el intento y le di tantas patadas que decidió lo más sano: correr).

En ese caso, conviene tener el dinero en el portavalores pegado al cuerpo y no en la mochila chica como lo llevo yo. Queda a criterio de cada uno y dependerá de que tan vigilantes y estrictos son con la regla de no separarse nunca de la mochila chica y que sentido del olfato tienen para zonas turbias/ situaciones de riesgo.

La mayoría de la gente que me escribe para contarme que le robaron viajando por Latinoamérica, un porcentaje grande de casos no fue en un asalto sorpresivo, sino un “secuestro express” de un taxista trucho que los llevó hasta un cajero y los obligó a vaciar la tarjeta (ya vimos más arriba que esto es imposible por el límite diario de extracción de tu banco, averígualo.).

En ese caso da igual donde lleves la tarjeta, salvo que logres convencer a tu agresor de que no tenés ninguna. Planeo escribir un post con consejos para evitar robos. Por ahora está en lista de espera.

Por motivo de este post realicé una pequeña encuesta entre mis seguidores de Facebook, que arrojó técnicas sorprendentes, por ejemplo, bolsillos internos cocidos en el pantalón:

O, incluso, técnicas más íntimas:

O más extrañas:

Después está la técnica, amada por muchos, de esconder el efectivo en una multiplicidad fácilmente olvidable de lugares secretos. Puede no ser mala idea esconder un billete de emergencia en alguna parte de la mochila grande, por si cae la chica en batalla (ya que en la chica va tanto la billetera con las tarjetas como el portavalores con el dinero de emergencia), pero si se trata de todos tus ahorros, dividirlos en tantos lugares aumenta el riesgo en vez de disminuirlo, como reflexiona este viajero que también respondió a mi encuesta:

[mks_pullquote align=»left» width=»300″ size=»16″ bg_color=»#4CC552″ txt_color=»#ffffff»]“Yo viajé mochileando en Centroamérica en 2009. Cargaba 400-500 dólares en efectivo que era mi presupuesto para 6 meses. Lo escondía en cinco lugares diferentes de mi mochila (en la bolsa de dormir, en bolsitas escondidas, en la estructura metálica de la mochila, calcetines sucios) y a veces yo mismo me olvidaba de donde los había escondido. Lo más importante era salir del hostal en la mañana y dejar la mochila en el cuarto común con 18 camas fingiendo que no hubiera nada de valor. ¡Y nunca me robaron nada! Ahora, con 8 años de estadía en Guatemala 1) Me asombro de que no me hayan robado 2) No creo que volvería a hacer lo mismo 3) Me siento viejo al pensar así.[/mks_pullquote]

Personalmente prefiero simplificar la cuestión llevando los valores donde estén bajo mi mirada y pueda defenderlos. Además, es fácil olvidar dónde pusiste las cosas. Una vez, en Venezuela, vi a una chica descubrir un billete de 50 euros dentro de un par de medias que al parecer nunca había usado. Se los había dado el padre antes de partir. Llevaba una semana sin dinero vendiendo artesanías en la playa cuando se produjo el hallazgo. (Lo increíble es que esa chic sabía más de duendes y títeres que de divisas y debimos interceder para que no los cambiara por 50 bolívares en el mercado).

En Tanzania, una pareja española con quien compartimos un safari desenterró 4.000 pesos argentinos del fondo de la mochila unos que llevaban allí unos dos años. Tuvieron que cambiarlos a una tasa de cambio lastimosa en Barajas.

Cómo virtualizar lo generado On The Road

También es posible ganar dinero de forma presencial durante el viaje. Durante muchos años viajé generando mis ingresos a través de la venta de libros artesanales de relatos de viaje que confeccionaba en el camino (hoy, los podés conseguir desde cualquier parte del mundo desde mi Tienda Virtual). Cuando generás más de lo que gastás (si conseguís un trabajo temporal, por ejemplo) surge el inconveniente de cómo ahorrar ese dinero.

La forma más obvia es en efectivo, pasándolo a dólares para luego utilizar en los siguientes países del viaje, o manteniéndolo en la moneda local si no es una suma muy grande y la utilizaremos pronto en una zona donde no generaremos ingresos.

En 2007 vendía mis libros artesanales en Kao Sanh Road, la calle de los hostels en Bangkok, y como de allí me volvía directo a Argentina (tras 27 meses de viaje) pasaba los ahorros a dólares.

Otra manera, un poco más complicada pero igual de posible, es “virtualizarlos” a través de PayPal o una transferencia bancaria. Para eso necesitarás tener una tarjeta de débito (no en Argentina, donde el sistema es chapado a la antigua y tenés que justificar las transferencias internacionales que recibís) y/o una cuenta de PayPal. El truco consiste en darle el dinero a alguien de confianza que tenga una cuanta de PayPal (la mayoría de los viajeros europeos usa este sistema), y que esa persona te lo mande a la tuya. Si no tenés PayPal, te lo puede enviar como transferencia internacional, de cuenta a cuenta. Y listo, te sacaste de encima el efectivo.

Cheques de viajeros: pros y contras

Viajar con cheques de viajero ya no es una idea tan brillante. Yo defendí el sistema a capa y espada hasta el 2010 aprox. De hecho, fueron mi alcancía en mi primer gran viaje 2005-7 por Europa y Asia. Los cheques son la forma más segura, ya que ni siquiera en un secuestro express te pueden obligar a firmarlos delante del cajero del banco. Cuando nos robaron la mochila de Lau en Venezuela, pudimos recuperar los ahorros gracias a que llevamos cheques de viajero, nos reintegraron cada centavo. Hoy es cada vez más trabajoso encontrar un banco que los cambie y las comisiones son cada vez más onerosas. Si te gusta la idea, los más aceptados son los de American Express.

Espero que este post sobre cómo llevar el dinero en un viaje largo te haya sido útil. Si tenés dudas, comentá aquí abajo para que pueda darte mi opinión. Si sos un viajero experimentado y tenés trucos o anécdotas que compartir, también comentá, así la información queda visible para toda la comunidad mochilera. ¡Buenos Caminos!