Por qué es importante la elección del material
La elección del material —ya sea metal o plástico— puede ser sencilla, casi fortuita, o compleja y crítica para el rendimiento de la pieza. Por ejemplo, supongamos que desea producir un estuche para un dispositivo diseñado para usarse en interiores. Muchos de los revestimientos plásticos no son especialmente problemáticos desde el punto de vista térmico o eléctrico, no tienen requisitos mecánicos extremos y, por tanto, pueden funcionar en entornos relativamente benignos, como la sala de estar del hogar. La mayoría de estas piezas se pueden hacer de ABS, policarbonato (PC) o una mezcla de ABS/PC.
Por otro lado, pensemos en el alojamiento del filtro de aire de una motocicleta. Habrá que abrirlo y cerrarlo periódicamente para cambiar el filtro. Como parte de esa función puede emplear una bisagra flexible o una abrazadera de resorte integrada. Deberá tolerar el choque de los residuos arrastrados por el viento, el calor del motor, la radiación UV del sol, la humedad de varias fuentes, y la exposición química tanto del combustible como de los productos químicos de limpieza. Para encontrar el material adecuado probablemente se deberá investigar y realizar varios prototipos.
Los componentes de un smartphone podrían resultar aún más problemáticos. Sus funciones podrían ser la disipación y protección contra el calor, aislamiento eléctrico, paso selectivo y bloqueo de señales inalámbricas; y para la carcasa, protección contra caídas repetidas. Cada componente de este complicado diseño tiene requisitos muy específicos y estos, a su vez, requieren propiedades de material específicas. Por este motivo, es importante elegir el material adecuado.
La elección del material adecuado pasa por comprender perfectamente las funciones del dispositivo o conjunto completo. A continuación, se deben determinar las funciones de la pieza concreta en la operación global. Donde haya múltiples consideraciones, habrá que priorizar y separar las características obligadas de las deseables. Por ejemplo, un acabado liso atractivo que es «obligatorio» en un dispositivo de mano podría resultar secundario cuando se necesite la resistencia de un material reforzado con fibra de vidrio. La lista de posibles consideraciones es larga, pero normalmente se clasifican en cuatro categorías: propiedades mecánicas, físicas, térmicas y eléctricas.